domingo, 3 de octubre de 2010

Renunciar a lo adecuado

En cualquier actividad, es preciso saber lo que se debe esperar, los medios de alcanzar el objetivo, y la capacidad que tenemos para la tarea propuesta.

"Sólo puede decir que renunció a los frutos aquel que, estando así equipado, no siente ningún deseo por los resultados de la conquista y permanece absorbido en el combate".

"Se puede renunciar al fruto, pero esta renuncia no significa indiferencia ante el resultado".

El guerrero de la luz escucha con respeto a la estrategia de Ghandi. Y no se deja confundir por personas que, incapaces de llegar a ningún resultado, viven predicando la renuncia.


De Paulo Coelho. Manual del guerrero de la luz

sábado, 2 de octubre de 2010

El deseo

Tengo un deseo.

Tiene varias caras.

Mis deseos son poliédricos, como yo.

Por un lado está el de la consecución, que sólo implica el comienzo de un camino.

Por otro, el de la realidad, que significa no perder el tiempo en él.

Más allá, el del disfrute de pensar en él y que continúe. Éste supone ilusión y a la vez esfuerzo por mantenerlo.

En muchos momentos el de la ensoñación, que te da fuerza y energía sólo de pensarlo.

Y, no por último porque todavía no ha mostrado más facetas, el de la razón. Éste es el incompatible con la irracionalidad sentimental del mismo.

Ese es el que hace que cambie constantemente de cara y haga de él una aventura.

viernes, 1 de octubre de 2010

Cocina digital

Hierven las ideas, bullen los proyectos.

Con el concurso de un chef tekkie se pueden preparar alimentos digitales realmente sabrosos.

Aunque sean de unos y ceros.

A mí, por lo menos, me alimentan.

No me extraña que haya perdido el apetito y el sueño ;-)

Seis y media de la mañana... ¿Dónde se funden?

Son las seis y media de la mañana.

Estaba despierto en la cama con la mano en mi sexo, pensando en ti.

En como conquistarte.

Y de repente me sentí con fuerzas y pensé:

en cual era la diferencia entre ser valiente,

decidido,

o temerario.

De cuánto de cada cosa voy a tener que ser para conseguir mi objetivo.

De cual es la fórmula alquímica para que yo satisfaga mi deseo.

De cuanto ingrediente de cada necesito para contrarrestar tu hechizo.

En cómo y dónde se funden y en cual es la proporción adecuada para aventurarme en las Montañas de la Locura.

Y he tenido la imperiosa necesidad de levantarme de la cama para escribir la fórmula.

Me desvelas.

Y cómo me gusta que eso ocurra.

jueves, 30 de septiembre de 2010

Estroboscópico

Destelleo.

No me digas cómo, pero estoy a destellos.

Como una luz estroboscópica.

Con la intensidad suficiente para no apagarme en una temporada.

Con la potencia suficiente para que me vean desde lejos.

Y eso que parecía que llevaban más de dos años mis baterías agotadas...

martes, 28 de septiembre de 2010

Cuando tecleas letras como si fuera música

Fuiste un juntaletras, un escritor de noticias.

Fuiste el perfecto rellenador de columnas.

Y cuando lo dejaste, odiabas escribir.

Pero tras varios años de quejas y cobardías, en el momento en que cogiste tu vida, por azares del destino, se encendió una luz en tu pecho que se extendió por todo el cuerpo. Esa llama aprovechó el combustible que habías acumulado y lo fue quemando lentamente. Cuando te diste cuenta que era de forma distinta a las llamaradas que consumían toda la energía en estallidos incontrolables.

Cuando las cosas se calmaron.

Cuando saliste del desastre.

Cuando volviste de la muerte en vida.

Resultó que tus dedos tocaban música en el teclado.

Nada más y nada menos, que un día la oíste.

Oíste música en tu teclado.

Y te diste cuenta que estabas escribiendo otras cosas que no eran noticias.

lunes, 13 de septiembre de 2010

¿Ángel o nigromante?

Estaba muerto. Yo estaba muerto. Era un muerto en vida.

Sé qué me mató. Sé qué me mantuvo entre el infierno y el limbo.

Pero no viene al caso.

Estaba muerto. Pero hoy hay un hálito de vida en mi interior que procede de una magia extraña.

Una magia sorprendente. Una fuerza desconocida. Una ansiedad incontrolable que crece sola y reactiva todo mi ser.

Y da miedo.

Y da placer.

Mucho placer.

Engancha. No quiero que me lo quiten. No quiero volver a la oscuridad.

Pero no se regresa del infierno sin cicatrices. Y sin contrapartida.

Esto es magia de nigromante, porque ha dado vida a un muerto viviente como yo. ¿O ha sido un ángel?

¿Y qué querrá de mí? Esa es la gran pregunta.

Algo está ocurriendo (something happens).

Algo sobrenatural.

domingo, 12 de septiembre de 2010

Desbordante

Ahora lo entiendo. Me desbordo.

Por eso soy como soy.

Ya lo sabía, necesito actividad, mucha actividad. Pero me escudo en la pereza para evitarme.

Y en la procrastrinación. Vaya palabro.

Necesito crear, no es más. Siempre he sido así. Necesito estar activo. Si paro, muero.

Pero eso sí, lo que no necesito es hacerlo sin control y para mostrar compulsivamente "lo bueno que soy"; y que por ello me admiren, como he hecho hasta ahora.

Soy virgo ascendente virgo. Sólo leer la configuración de ese signo asusta: Hefesto en estado puro.

Pero él manejaba el fuego del volcán como nadie para forjar las armas más precisas y moldear las joyas más preciosas.

Y su esposa era Afrodita, la diosa del amor; no lo olvidemos.

Algo tendría...

Ciencia

Los recuerdos se construyen a base de olvido. Olvidar todas las manos para recordar las tuyas, todos los ojos para recordar mi reflejo en los tuyos, todas las palabras para sobrevivir sólo con las tuyas. Los recuerdos se construyen a base de olvido. No es lírica, se aprende con el estudio de la memoria. Algún día estudiaré cardiología. Por si se ven las cicatrices.

Hermosa composición de Eria.

Lee su blog y disfrutarás de cómo se bordan las palabras con inteligencia y delicadeza: ¿Qué más quieres de mi?

sábado, 11 de septiembre de 2010

Pajarillos

Hay pájaros de todo tipo:

La alondra que no sabes dónde va.

El águila, que es certera en su decisión.

La paloma, que gorjea sin más motivo.

El ruiseñor, que trina con el amanecer.

Los que observas con prismáticos.

Los que tienes en la mano.

Y los que están heridos.

El caso es que cuando tienes uno al alcance debes saber que al cogerlo hay que tratarlo como una espada, sostenerlo con decisión pero con sutileza. Si aprietas mucho, lo más probable es que provoques heridas; pero si no lo sujetas de la forma adecuada, lo perderás.

Aunque también depende de cuál escojas, claro.