Son las seis y media de la mañana.
Estaba despierto en la cama con la mano en mi sexo, pensando en ti.
En como conquistarte.
Y de repente me sentí con fuerzas y pensé:
en cual era la diferencia entre ser valiente,
decidido,
o temerario.
De cuánto de cada cosa voy a tener que ser para conseguir mi objetivo.
De cual es la fórmula alquímica para que yo satisfaga mi deseo.
De cuanto ingrediente de cada necesito para contrarrestar tu hechizo.
En cómo y dónde se funden y en cual es la proporción adecuada para aventurarme en las Montañas de la Locura.
Y he tenido la imperiosa necesidad de levantarme de la cama para escribir la fórmula.
Me desvelas.
Y cómo me gusta que eso ocurra.
Orquidea de otoño.
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Contraria al espejismo de la felicidad
emitió un suspiro amordazado
y pugnó por saberse viva.
Desplegó temerosa los pétalos
y mientras el cielo se quebraba ...
Hace 13 años
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