martes, 9 de noviembre de 2010

Vigilia...

No sé qué pasará mañana.

Estoy en vigilia, como un guerrero de la luz de Paulo Coelho, antes de la batalla.

Y mis espías están confundidos.

Parece ser que todavía queda esperar...

Como bien dice Sun Tzu: "El que está bien preparado y descansa a la espera de un enemigo que no esté bien preparado, saldrá victorioso".

Pero el caso es que no sé qué es lo que quieres.

Me confundes. Tus ojos dicen una cosa, tu risa la misma que yo creo...

...pero tu cuerpo está frío, distante, temeroso...

...y no sé cuánto tiempo podré mantener a la caballería a la espera, puesto que sus corceles están nerviosos.

...y no sé cuánto tiempo tengo que estar ahí avanzando poco a poco sin saber siquiera si estás ahí.

...y, la verdad, con días como hoy, dan ganas de retirarse del terreno de batalla.

Porque no sé si estoy perdiendo un tiempo que, para mí, es precioso.

No tengo claro que esta sea la batalla adecuada para satisfacer mis intereses y anhelos.

Sólo me impide hacerlo saber que en tus filas se guarda un tesoro que brilla como una estrella.

Y el deseo de compartirlo contigo y multiplicar su brillo para admiración del mundo entero.

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